"ESTA LUCHA NO ES NUEVA, ESTA LUCHA LLEVA SIGLOS", DIFERENTES EXPERTOS HABLAN SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
En Marzo de 2017 se celebró en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid una jornada acerca de la violencia de género de la que podemos sacar interesantes reflexiones y enfoques de dicho problema.
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Facultad de Derecho Universidad Complutense de Madrid |
Comenzamos
la mañana con la exposición de la profesora Elena Casado Aparicio, titular de
la Universidad Complutense en
Sociología, acerca de: Violencia
de género y Sociología. En su intervención la titulada nos comentaba la
importancia acerca de la advertencia de la OMS: las costumbres predominantes en
muchas sociedades justifican el caso y trato de la mujer como género inferior.
Basando además sus argumentos en datos
oficiales del Observatorio de Violencia, el cuál publicó que 1 de cada 4 mujeres
ha sufrido violencia física o sexual, y que 2 de cada 3 no denuncia, por miedo,
falta de recursos. Casado trataba de explicar la violencia de género dándole un
carácter público, y no privado, a diferencia de como ella entiende que la
caracteriza la sociedad actual. Lanzó varias preguntas a los asistentes, entre
ellas “¿Qué tipos de violencia de género
conoces?”, y afirmaciones como “no
todos somos iguales”. Otro de los factores interesantes de su exposición
fue la enmarcación de la habitualidad como rasgo característico de la violencia
en pareja, y la Impunidad ante la ley si no existe rastro de agresiones físicas
“lo que queda impune se entiende que no es importante, y genera daños
psicológicos”, afirmando así su teoría de que vivimos en una sociedad injusta e
irresponsable en lo referente a este controvertido tema.
Como
segundo ponente, el profesor Eugenio Rubio Linares, profesor asociado de
Derecho, con una intervención titulada Violencia
de género entre el derecho y el psicoanálisis. Comenzaba haciéndonos
reflexionar acerca de lo que es ser “humano”, no es igual que ser persona
¿Somos seres humanos realmente? ¿Existen? O únicamente somos un proyecto… Lo
que es claro es que somos animales de palabra. Remarcaba la vital importancia
de los discursos amo, que tratan de fomentar unas ideas en nuestra cabeza para
que éstas nos generen imágenes, esto significa que quien domina la imagen del
ser humano domina al ser humano, y nosotros sin embargo nunca hemos visto
nuestra propia imagen, sólo el reflejo. La separación entre nuestra imagen y
nuestro cuerpo es algo que no conocemos, ni porque nacemos, ni porque morimos,
y con esas dos preguntas nace el por qué de la vida humana. Esto sujeta al ser
humano a la vida, y si deja de preguntar pierde la forma de vivir, por tanto
muere. El poder cumple un papel fundamental, de que algo transciende, de que
ese algo no muere, siempre está ahí, pero si no se le limita ensangrenta a sus
súbditos, y para eso existe el derecho.
Existen
en la historia dos grandes modelos de conducta frente al derecho: lógica de
Roma y lógica de Jerusalén. La de Jerusalén toma como lógica el contrato,
frente a esa idea surge en roma una vinculación social basada en los estatus
sociales, y con eso surge el derecho civil, de la Ius romana. Esa lógica romana
se basa en dividir lo público y lo privado. La autoridad máxima es concedida por
consiguiente al pater, “autoritas pater”,
modelo patriarcal, para que ponga orden
en la familia. El pater no es el progenitor si no un símbolo, el que manda, la
ley. Por otro lado la ley de la Iglesia viene de la Torá, es decir, de la ley
judía. Nos encontramos ante un escenario intersubjetivo, dónde se desarrolla la
tragedia, la violencia de género, el nacimiento y la muerte incomprensibles, podemos
dividir entonces la fuerza humana en erótica y tanática. “La agresión es el acto que forma el estado, el derecho es un acto de
agresión”, el estado es el estado de agresión por tanto, ¿va a salvar a la
mujer de la violencia? Esto es muy dudoso. “una
orden de alejamiento no sirve para nada”. “La mujer árabe está más protegida ya que ante el derecho acude a su
padre o su hermano y soluciona el problema con el marido” Rubio Linares
(autoritas pater). “Esta lucha no es
nueva, esta lucha lleva siglos”, afirmaba Eugenio en referente a terminar
con la violencia de género.
Juan
Ramos Cejudo, profesor titular en psicología ocupó el tercer lugar de esta
jornada, con un discurso titulado: Violencia
de género y Psicología. En el cuál dividía el circuito cerebral a la violencia de género en tres: emoción,
regulación emocional y agresión. Las emociones nos sirven para adaptarnos al
medio, y dependiendo de la sociedad en la que nos encontremos observaremos que
están prohibidas socialmente o, por el contrario, potenciadas. Éstas son
universales e invariables con la edad, pero expresadas de manera completamente
diferente. Nos ponía como ejemplo que ante la interpretación de amenaza
sentimos miedo o ansiedad. La emoción es el resultado del procesamiento
cognitivo que estamos haciendo y podemos calificar nuestras caras como principal
motor para comunicarnos con los demás. Profundizando en el problema que
nos atañe señalaba que quizá lo importante no es lo que sentimos sino lo que
hace el agresor o la víctima con esa emoción. En muchos casos la víctima se
siente culpable, como que ella es la que ha hecho llegar al punto al agresor de
tenerle que agredir, algo que puede generar que no reconozcan dicha agresión y
que por tanto no denuncien. Un ejemplo es la “Rumiación” como factor que favorece la agresión. También reclamaba
a las investigaciones de expertos e instituciones que los actuales resultados
de programas han corroborado la inversión de horas en estrategias no rentables
ni efectivas.
Como cuarta intervención nos
encontrábamos el tema: Violencia de
Género y Psiquiatría, de la mano de Alfredo Calcedo Barba, profesor titular
en Medicina. Comenzaba su turno resaltando la importancia, muchas veces no
reconocida, de la violencia psicológica, con estudios de referencia como la
“Macro encuesta a la mujer”, y afirmando por experiencias personales en su
profesión que existen muchas mujeres maltratadas que no lo reconocen.
Desarrollaba el tema explicándonos las consecuencias en la salud de la
violencia de género, ya sean mortales como homicidios o suicidios entre otras,
o no mortales, como reproductiva, trastornos crónicos, conductas de riesgo o salud
mental. Calcedo Barba relataba como muchas mujeres contaban historias clínicas
largas y trágicas con el miedo como especial protagonista, y cómo la víctima se
iba dando cuenta a medida que lo recordaba, de que había sufrido violencia de
género. Nos propuso una pregunta final como conclusión de la valoración “¿Existe riesgo vital?”
El profesor recomendaba el uso
diferentes tipos de instrumentos de ayuda para la víctima, principalmente el
sistema Protem de teléfono. “Habitualmente
nos encontramos con todo tipo de casos y con un estrés postraumático
verdaderamente preocupante” señalaba. Y diferenciaba tres tipos de
violencia utilizando como paradigma tres regiones: Europa del Este, Centro
América y Sur América y Países Árabes. Como punto interesante remarcaba como
frustración profesional de las personas que ayudan a las víctimas el tema de
las recaídas, y señalaba como principal razón a la indecisión. “El sistema judicial funcional muy mal”
reclamaba, poniendo como ejemplo la inexistencia de pérdida de derecho de
visita a los hijos por parte del padre agresor. Y remarcaba de forma efusiva el
problema actual y tremendamente importante de formar a la mujer para lo que
viene después de denunciar.
Por último Milagros Media Álamo,
médico forense, intervino en la jornada bajo el titulo: Violencia de Género - Medicina legal y forense. Media Álamo explicó
la actuación detallada básica del médico forense, nos habló de la existencia de
11 juzgados disponibles para violencia de género hoy en día, y resaltó como
principal objetivo de la violencia que lleva a cabo el hombre sobre la mujer la
perpetuación de una serie de comportamientos para que la mujer mantenga su
situación de inferioridad. En los juzgados se toma como principal víctima a la
mujer, pero existen más víctimas como los hijos, padres o parientes entre otros
posibles afectados. Existen cinco fases desde el punto de vista de la ley:
actuación sanitaria y parte de lesiones, atestado, reconocimiento del detenido
(relato e informe de imputabilidad), reconocimiento de la víctima (relato,
lesiones y ayudar a la persona a pensar), y por último la elaboración del
informe médico forense. Denunciaba y pedía informar a la
mujer de forma clara y completa, alcance de la denuncia, consecuencias,
recursos, etc. “Existe un gran carencia
de que va a pasar al denunciar” afirmaba. Para concluir su intervención nos
habló de la importancia del principio de autonomía “¿es la mujer autónoma?” y
daba como ejemplo que en el caso de que ella sea la que quiere romper la orden
de alejamiento nos encontraríamos ante un problema, “sin su colaboración no se puede hacer nada”.
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Jornadas Violencia de Género, UCM, Marzo 2017 |